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La capital cubana alberga numerosos restaurantes que ofrecen al turista una verdadera experiencia culinaria.

PALADARES: UNA MESA FAMILIAR

Pequeño, privado y auténtico. Así podemos describir a Paladares: acogedores restaurantes familiares que tienen como objetivo ofrecer una experiencia única, brindando la oportunidad perfecta para que el visitante se relacione con la esencia misma de la cultura cubana.
Paladares (un nombre que se traduce aproximadamente como "Sabores") aparecieron en 1990, época en la que tenían una capacidad máxima de 12 personas cada uno. Estaba prohibido vender langosta o platos de carne y el chef solo podía usar ingredientes locales. Además, para garantizar un ambiente típico de hogar cubano, dos de los empleados deben estar relacionados con la familia.

DIFERENTES COMIDAS EN DISTINTOS LUGARES

Entre los muros de una casona en ruinas, en una antigua fábrica o en uno de los primeros Paladares cubanos, somos testigos de una cultura del compartir que se mantiene fiel a la imagen histórica de estos lugares. A través de la degustación de los platos más tradicionales, se introduce al turista en la esencia de una cocina internacional.

INFORMACIÓN PRÁCTICA

Con el paso del tiempo y la introducción de nueva legislación, Paladares evolucionó y se convirtió en restaurantes con más capacidad y mayor variedad de platos.