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Esta fantástica reserva natural de densos bosques, rica en biodiversidad, con una superficie total de 320 km2, está dividida por las dos islas principales: Santo Tomé y Príncipe.

PARQUE NACIONAL DE OBO

No hay forma de visitar Santo Tomé y Príncipe sin conocer uno de los espacios protegidos más importantes del continente africano: el Parque Natural de Obo. Su gran biodiversidad siempre ha atraído la curiosidad de la comunidad científica desde hace varias décadas, pero fue a partir de 2006 -cuando fue declarada reserva natural- que empezó a atraer turistas.

En cuanto a la vida silvestre, prepárate para ver un poco de todo: desde monos hasta tortugas, murciélagos, gatos salvajes y una gran variedad de ranas. Sin embargo, es en el ámbito de las aves donde se destaca este bosque de Santo Tomé. En Obo se pueden encontrar más de 50 especies de aves, de las cuales 20 son únicas en el mundo.

Como dice el refrán: es un paraíso en la tierra. Un paraíso en la tierra que aún tiene preparada una sorpresa más para ti: la playa de Jalé. Después de un día conociendo el parque de punta a punta, seguro que querrás pisar la arena dorada y sumergirte en las cálidas aguas del Atlántico. Un merecido descanso a la sombra de cocoteros y palmeras, por supuesto.

GRAN PICO DE PERRO

Puede que sea el paisaje más impresionante que te encuentres paseando por el parque natural. Este rascacielos construido por la naturaleza mide más de 650 metros y será, sin duda, el escenario de varias fotografías.

INFORMACIÓN PRÁCTICA

Como el parque se encuentra en la isla de Santo Tomé y en la isla de Príncipe, se recomienda una visita de 8 horas para que puedas verlo todo con tranquilidad. También es importante no olvidar que, el domingo y el lunes, el parque está cerrado.

SANTO TOMÉ
De
KZ225.859
Económica de ida y vuelta

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